La trompa de un avión quedó destrozada por una tormenta de granizo en pleno vuelo.
El fenómeno climatológico tuvo lugar a 150 kilómetros al suroeste de Viena. La fuerza de los trozos de hielo fue tan potente que la trompa del avión quedó destruida y, en las imágenes difundidas por la prensa local, se observa que parte de la estructura se desprendió y dejó al descubierto el interior de la nave.
El mismo vocero de la aerolínea agregó que “según las primeras informaciones, el granizo dañó las dos ventanillas delanteras de la cabina del avión, el morro del avión y algunos paneles.”
Arriba de la trompa, las ventanillas correspondientes al piloto y al resto de su tripulación también resultaron seriamente dañadas, lo que ocasionó que quienes estaban al frente del vuelo quedaran virtualmente cegados por la tormenta.
Sin embargo, el daño se produjo en la capa exterior de las ventanillas y, como consecuencia, el Airbus no sufrió la pérdida de presurización. Diferentes partes del fuselaje fueron puntos de severos impactos, pero ninguno ocasionó la inutilización de los principales controles ni motores. El incidente tampoco generó heridos.
Ya cerca del destino, el OS434 emitió el llamado “mayday”, palabra de la jerga aeronaval para informar una alerta. Como consecuencia, se le dio prioridad para el aterrizaje a las 17.55, hora local, casi 120 minutos después de haber despegado.
“A causa de los daños se emitió el pedido de ayuda. El avión logró aterrizar sano y salvo en el aeropuerto de Viena”, informó el vocero de Austrian Airlines.
por una tormenta de granizo en pleno vuelo
La prensa local especuló con que, para la aerolínea, los daños en la unidad podrían costar lo suficiente “como para abaratar el desmantelamiento del avión”.
De nuevo en tierra, el aeropuerto capitalino activó los protocolos de emergencia, donde se trabajó en la seguridad de la tripulación y los pasajeros, todos arribados sin haber sufrido heridas de gravedad
