La crueldad con la que pobladores, en complicidad con elementos policiacos, privaron de la vida a un osezno recientemente en una localidad de Coahuila, ha desatado la indignación social que ya la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) interpuso una denuncia penal contra de quien o quienes resulten responsables.
Una publicación en las cuentas de redes sociales del ambientalista Arturo Islas Allende evidenció cruentas imágenes de este hecho, ocurrido en Castaños, donde varias personas amarran al pequeño oso y lo llevan a rastras sobre camino pedregoso.
En lugar también se encuentran al menos cuatro policías municipales y una patrulla, quienes no hacen nada para evitar el maltrato, incluso una mujer policía graba la escena entre risas.
En la denuncia, en la que etiquetó al gobernador del estado Miguel Riquelme y a la Profepa, se detalla la cría de oso negro, especie protegida, tiene solo 4 meses de edad y que su único pecado fue acercarse al pueblo a buscar un poco de agua, pero “inadaptados” de Castaños lo amarraron, palearon, jalaron y asfixiaron con cuerdas.
En respuesta, Profepa informó del recurso penal interpuesto por los hechos que puedan ser constitutivos de delito contra la biodiversidad. Adelantó que los responsables podrán ser acreedores a una pena en prisión y una multa económica.
“La procuración del bienestar y la preservación de la vida silvestre son prioridad para la Procuraduría, por lo que agotará todos los medios posibles para garantizar un trato digno y respetuoso a todos los ejemplares de vida silvestre”, indicó la dependencia del gobierno federal.
Poco tiempo después la versión la quisieron cambiar a que lo arrolló un tren, para justificar su acto.
