Nieve real cayó en Beijing el domingo por primera vez desde que comenzó la justa olímpica, lo que le dio a la ciudad el aspecto y la sensación de unos Juegos Olímpicos de Invierno. También había nieve recién caída en las montañas, donde todos los eventos se habían desarrollado sobre nieve artificial.
Si bien la nieve fue en su mayor parte un espectáculo bienvenido, en las montañas afectó a la visibilidad y dificultó el descenso de los competidores de esquí, especialmente en la primera carrera del slalom gigante de dos tramos.
Marco Odermatt de Suiza logró manejar la nieve y la poca visibilidad mejor que nadie y ganó su primera medalla olímpica.
Mientras que el sábado cayó una ligera nevada, el domingo se intensificó y por primera vez nevó durante una competencia alpina en los Juegos Olímpicos de Beijing. La fuerte nevada provocó que la segunda vuelta fuera pospuesta por una hora y 15 minutos. Durante la demora, los trabajadores retiraban la nieve del trayecto con sopladores y palas.