El Gobierno peruano declaró este martes persona non grata al embajador mexicano en Lima, Pablo Monroy, y le dio 72 horas para abandonar el país andino en respuesta a la “injerencia” que consideran que han hecho las “altas autoridades” de la nación norteamericana.
“Informo que el Gobierno de Perú ha declarado persona non grata al embajador de México en Perú, Pablo Monroy, por las reiteradas expresiones de las más altas autoridades de ese país (…) que constituyen injerencia en nuestros asuntos internos y son violatorias del principio de no intervención”, dijo la canciller Ana Cecilia Gervasi en una declaración.
Cuando Pedro Castillo fue destituido de la presidente de Perú, López Obrador acusó a las “élites económicas y políticas” de aquel país de forzar al exmandatario peruano a “tomar decisiones” que derivaron en su destitución.
“Es un principio fundamental de nuestra política exterior la no intervención y la autodeterminación de los pueblos. A eso nos ceñimos en el caso de lo sucedido en Perú. Sin embargo, consideramos lamentable que por intereses de las élites económicas y políticas, desde el comienzo de la presidencia legítima de Pedro Castillo, se haya mantenido un ambiente de confrontación y hostilidad en su contra hasta llevarlo a tomar decisiones que le han servido a sus adversarios para consumar su destitución”, expresó el presidente de México en Twitter el pasado 7 de diciembre.
Sin embargo, su postura no fue bien vista por autoridades peruanas, quienes acusaron al mandatario mexicano de injerencia, lo cual rechazó.
“No es injerencismo, estar ahí conduciendo nada, nuestro embajador está en su trabajo diplomático y es Relaciones Exteriores la que está a cargo de llevar a cabo este proceso”, declaró en su rueda de prensa diaria el pasado 13 de diciembre.
